La educación emocional es clave en el desarrollo de las personas favoreciendo el aprendizaje autónomo, el aprendizaje colaborativo y la consecución de planes personales de aprendizaje a lo largo de toda la vida. Emotional Network guía a las entidades del sector educativo ofreciendo un constante acompañamiento a través de un consultor referente creando a su vez referentes internos que permiten la gestión autónoma de planes estratégicos de educación emocional.
Estudiar desde la rabia, el miedo, el asco o la tristeza es imposible. Estudiar desde el interés, la seguridad o la admiración te ayuda a aprender.
La maestría es esa relación en la que la distancia de conocimientos entre el enseñante y el que aprende va acortándose, hasta que en algún momento el que puede aprender es quien antes enseñaba. Sin duda una asignatura nos intereso no tanto por sus contenidos, sino por el vinculo que sentimos con la persona que nos la enseño.Cada vez que un alumno estudia en silencio derrota la injusticia, propone un futuro y paraliza la ignorancia.
No estudies, aprende, y para conseguirlo descubre que en tu mundo emocional es donde esta la diferencia.
Cada vez que se dice este alumno puede pero no quiere, se es injusto ya que solo se tiene en cuenta la capacidad intelectual, cuando es la emoción desde la que se estudia la que realmente decide poder o no poder.
“Solo puedo enseñar aquello que soy capaz de aprender”
Nuestro sistema VEC (Vinculación Emocional Consciente) aplicado a la educación provoca cambios en las organizaciones educativas que se visualizan en profesorado y alumnado entrenado en la gestión emocional.
Una Escuela, Instituto o Universidad deben tener un objetivo por encima de cualquier otro: conseguir la Maestría.
Podemos definir la Maestría como la relación entre un Maestro y un alumno, que tiene una gran asimetría en los conocimientos al principio, y como final el acercamiento e incluso la superación de esa asimetría por parte del alumno, para que algún día pueda tener más conocimientos que su Maestro.
Hoy sabemos que para conseguir este objetivo, es más fundamental que ambos, Maestro/a y Alumno/a puedan instalarse en una plataforma emocional adecuada. Nuestro cerebro solo puede atender, comprender y guardar conceptos que se adquieran desde emociones como la curiosidad, la seguridad o la admiración. Si el alumno o el maestro se instala en el asco, la rabia, el miedo, la tristeza o la culpa, por mucho que lo intente no podrá realizar esta labor.
La Maestría emocional es capaz de percibir el mundo interior y exterior.
Cuanto mejor conozcamos el mundo interior y exterior, tanto mejor podremos recorrerlo.
Es mas importante el paradigma del aprender que el del saber, quien esta en el saber no aprende.
La Maestría emocional no está en los resultados sino en el significado que se les da.
El compromiso de lograr una visión que exceda cualquier capacidad individual, llegando a la capacidad conjunta, y por lo tanto conseguir el esfuerzo común.
